Es absolutamente claro que en el futuro el factor humano y la tecnología coexistirán cada vez más en organizaciones y empresas, creando la necesidad de una cooperación armoniosa. Los “compañeros de trabajo digitales” siempre realizarán las tareas de gestión de forma más rápida y sin problemas; sin embargo, características como la comprensión de las emociones, la interpretación del lenguaje corporal, la creatividad, el comportamiento social, la negociación y la gestión de equipos son habilidades que los robots son difíciles de adquirir. En la práctica, por tanto, el hombre debería invertir en:
- Adaptabilidad. En un entorno en constante cambio donde la tecnología, los robots y la inteligencia artificial se están adoptando a un ritmo exponencialmente creciente, el énfasis humano debe ponerse en la adaptación, la formación continua y el diseño de soluciones en un entorno en constante cambio como pasa con los Almacenes automatizados.
- Establecer una cultura de aprendizaje. En la antigüedad, “lo que sabía” el hombre contaba más que “cómo sabía”. Sin embargo, dados los cambios provocados por la tecnología, ahora se hace hincapié en la capacidad de detectar información, el pensamiento crítico para filtrar nuevos datos y la voluntad de aprender en el lugar de trabajo.
- Cultivo del trabajo en equipo. Muchos de los trabajos actuales requieren estar alerta, interacción con múltiples sistemas y tecnologías. La cooperación productiva de personas de diferentes habilidades es la que asegura el uso óptimo de la tecnología y produce un resultado sustancial.
Hace varios años, la era de la electricidad trajo oportunidades para la iluminación, la comunicación y la información, lo que mejoró enormemente la productividad y ofreció a los empleados mejores condiciones de trabajo. La era de las máquinas inteligentes tendrá un impacto aún mayor en el mundo del trabajo. La inteligencia artificial, como la electricidad, tiene la capacidad de “iluminar” datos y proporcionar conocimientos que, hasta hace poco, estaban en la oscuridad. También es una fuente clave de energía para la automatización y la productividad inteligente. Inevitablemente, las organizaciones del futuro adoptarán cada vez más soluciones de Inteligencia Artificial y tecnología moderna.
En esta dirección, las empresas se transformarán en centros de atracción de personas con talento, liberando su potencial de tareas gerenciales y repetitivas. Sin embargo, el hombre permanece en el centro de atención, ya que mediante la elaboración de nuevas estrategias, la toma de decisiones innovadoras y la tecnología “vehículo” está llamada sobre todo a resolver problemas humanos.
